Sobre la autora – Ana

¡Hola! Soy Ana. Soy una bióloga a la que le encanta todo lo que tiene que ver con el comportamiento animal. Algo tan simple como una mosca escapando el matamoscas se convierte en un asunto enrevesado frente a los ojos de una neurobióloga, una cascada de sucesivos pasos intrincados donde todo está cuidadosamente calculado. Y hay tanta belleza en esa complejidad.

A diferencia de muchos científicos, no tengo una historia de origen apasionante e inspiradora.

No, no recogía insectos en mi patio trasero y anotaba mis observaciones en un cuadernito (de hecho, me crié en una ciudad muy poblada y muy contaminada).

No, no participé en ferias de ciencias ni olimpiadas de biología durante la escuela secundaria (ni siquiera era una gran estudiante en ese momento).

No, no pasaba las tardes leyendo libros de ciencia y autobiografías de científicos famosos (prefería ver telenovelas y estaba enamorada de Gustavo Bermúdez).

Y no, Charles Darwin no era mi héroe personal (aunque ahora lo considero un grande, excepto por sus comentarios misóginos. Muy mal, Charles, muy mal).

De hecho, dudaba entre estudiar Biología, Medicina, Cine o Letras. Pero elegí Biología y no podría estar más feliz con mi decisión. Todavía no colecciono insectos ni leo libros de ciencia en mi tiempo libre, pero me encanta la ciencia. Soy una nerd que ama aprender cosas nuevas todo el tiempo y creo que no hay mejor lugar para hacer eso que en el marco de la ciencia.

¿Y cuándo hace aparición la mosca en esta historia?

Bueno, no fue justo al principio pero bastante cerca. Empecé a trabajar con moscas a la mitad de mi carrera de grado. Quería hacer experimentos de neurociencia y había una buena oportunidad en un laboratorio de moscas trabajando en genética del comportamiento. Y esta vez no lo dudé, dije que sí tan rápido como una mosca se escapa del matamoscas. Fue una muy buena decisión porque así conocí a dos organismos vivos muy importantes en mi vida: la Drosophila y mi futuro esposo (aquí enumerados alfabéticamente y no por orden de relevancia).

Hice mi tesis doctoral en ese mismo laboratorio en ritmos circadianos, y luego me mudé a Francia para un postdoctorado, ahora estudiando cómo las moscas detectan y responden a los olores presentes en su ambiente natural.

He estado delineando mi campo de estudio a lo largo de mi carrera, pero de alguna manera, creo que podría haber estudiado cualquier otra cosa en Biología. Todo es fascinante, o al menos, todo suena fascinante cuando la historia se cuenta con pasión. Espero poder hacer eso por ti. Contarte una o dos historias de manera que la termines y tengas una pequeña sonrisa en tu rostro, una pizca de felicidad porque hoy, hoy aprendiste algo nuevo.